07 March 2007

Muy bueno!!

Muy buen articulo de como nos ven a los argentinos los extranjeros ke viven entre nosotros.


Desde la cocina llega el aroma exquisito de un curry que marcha a fuego lento.En la heladera, aguarda una mousse de lúcuma peruana. Sobre la mesa,una botella de Malbec se va vaciando de a poco.

"He oído esa historia de que a Perón le cortaron las manos,¿es cierta?",pregunta Andrew.

Los otros dos estadounidenses que ocupan la mesa en el de partamento de Ayacucho y Quintana miran con asombro, mientras dos argentinos intentan explicar que sí,que es cierto,que en este país al cadáver de un ex presidente le cortaron las manos. La conversación continúa por el destino macabro que durante años tuvo el cadáver de Evita. Y mientras el asombro deviene en espanto, el relato termina con la peregrinación de los soldados del General Lavalle huyendo durante trece días con el cuerpo putrefacto de su líder.


"Chica,es que esto es Latinoamérica ",interrumpe Fiorella. Ella es peruana como la lúcuma y esposa de Andrew. A Fiorella no le inquietan demasiado las historias de necrofilia.Lo que no logra comprender es esa manía de los argentinos de hablar a los gritos.

Recuerdo la feliz tertulia de los Ferrer.De pronto,alguien menciona un nombre y se produce gran ani mación.Se dejan las cartas,se llega a gritar.Un súbito ardor demuestra qué soterrada pasión se ocultaba bajo la calma aparente.Todos hablan a la vez.De golpe,todos se callan. Marguerite Moreno,actriz francesa,de visita en Buenos Aires (1908).

La mirada del otro,la de aquél que puede ver lo que nosotros no vemos,porque no podemos o porque,simplemente,no queremos. Una mirada como una radiografía de nuestro interior. Una mirada que nos dice cómo somos para saber quiénes somos.O acaso podríamos darnos cuenta de que comemos sin sabor,que no somos tan fanfarrones como creemos pero que hablamos mucho y fuerte.Es en esa mirada que quizá podamos descubrir por qué la Argentina se convirtió en el mejor país para vivir de América latina. O por qué los argentinos resultan curiosos y amables con los extranjeros pero se vuelven agresivos hasta la intolerancia cuando ese otro llega en busca de trabajo.

"Yo siento que aquí hay un montón de cosas similares a los Estados Unidos.Aunque hay pobreza,hay una clase media.Cuando caminás por el centro de la ciudad, no hay diferencia entre ricos y pobres.Buenos Aires no tiene comparación con lo que sucede en otras capitales del mundo ".Andrew Benson llegó a Buenos Aires en octubre de 2004,como corresponsal
de la agencia de noticias Dow Jones.Vino desde Perú,donde vivió cinco años."Tuve la posibilidad de elegir entre Nueva York yBuenos Aires.No conocía mucho pero había leído artículos sobre la París de Sudamérica ,así que me dije:'¿Por qué no?'"

¿Conocés París?

No.

Llegamos a la Avenida de Mayo, orgullo de la candidez bonaerense,y Certamen del Rastacuerista Arquitectual más deplorable.Desde allí hasta la entrada de Palermo se han dado cita,no los más grandes Adefesios que la Insolencia sin Arte haya podido levantar sobre un suelo bastante sumiso para soportar su peso deshonroso, sin hundirse de vergüenza,o sin
temblar de horror;lo pretencioso y lo cursi son los distintivos de aquella arquitectura. Vargas Vila,poeta colombiano (1923).

Cada año,las Naciones Unidas da a conocer el índice de desarrollo humano (IDH)que determina qué tan bueno o qué tan malo resulta un país para vivir.Este año, el IDH colocó a la Argentina en el puesto 34,y así fue como el país se transformó en el preferido de los latinoamericanos.¿Qué significa eso?Que las condiciones de vida aquí están por encima del resto. Eso no coloca a Argentina a la par de Noruega,primero en el ránking, pero también es cierto que la deja bastante lejos del último,Sierra Leona,en el número 177.

"En Perú yo no me quería su bir a los buses,sólo andaba en taxi,pero aquí empecé a usarlos y los encuentro muy seguros y cómodos.Hay un ambiente muy urbano,es agitado pero no invasivo. Siempre está pasando algo ". Fiorella Donayre es abogada y como no puede ejercer en Argentina, optó por estudiar cocina. Nunca olvidará la primera vez que una compañera le dijo pendeja "No entendía por qué,si me estaba insultando,su cara permanecía como si tal cosa ".En Perú,pendeja es como decir puta .Pero Fiorella, como la mayoría de los extranjeros,tuvo que acostumbrarse a que en Argentina los insultos no insultan tanto.Los matices del che boludo son,por lejos,lo que más les cuesta comprender.

Sólo tres días duraron las vacaciones de Yolanda Escobar Giménez en Argentina,pero apenas pudo dejó Guadalajara,en México,para instalarse en Buenos Aires.En principio,sólo por seis meses.Ya lleva dos años y medio. Lo primero que notó de los porteños fue una compulsión por discutir:"Cuando dos argentinos se ponen a discutir,yo siempre opto por quedarme callada,todos saben de todo,hablan gesticulando y moviendo los brazos,gritan y discuten hasta si el cenicero es blanco ".

Bruno Lima es el nuevo corresponsal del diario Folha de Sao Paulo .Llegó hace tres meses. Apenas se había instalado en la ciudad cuando sintió que vivía "el más argentino de todos los días ".Fue el 1 º de septiembre,,cuando Juan Carlos Blumberg convocó a una marcha para reclamar seguridad, el funcionario piquetero Luis D 'Elía llamó a otra contramarcha para repudiar a la primera,y el ex premio Nobel de la Paz,Adolfo Pérez Esquivel,organizó una tercera para protestar contra las otras dos."Yo no lo podía creer.En Brasil eso es imposible,la gente no protesta tanto,los argentinos son más conscientes de sus derechos ".


En marzo de 2002,la Argentina era una locura.Cacerolazos, piquetes,los presidente se sucedían en aquellarre.Ese era el país que Sebastien Garnier veía por la ventanilla del colectivo que lo trajo desde el aeropuerto de Ezeiza y lo dejó en Constitución con su mochila.No traía mucha plata, pero de un día para el otro,sus dólares se habían triplicado en pesos y así se empezó a quedar cada vez un poco más.Todavía sigue aquí.Ahora trabaja en la embajada de su país,Holanda,tiene esposa e hija argentinas y espera a su segundo hijo.A diferencia de Bruno,a él los argentinos no le resultaron demasiado protestones: "Yo no podía creer lo que veía,¡cómo podía ser que la gente no pudiera sacar la plata de los bancos!, y lo único que hacía era protestar con una cacerola.En otro país eso hubiera sido un caos ".
¡Argentinos a las cosas!Déjense de cuestiones previas personales,de suspicacias,de arcisismos.No presumen ustedes el brinco magnífico que dará este país el día que sus hombres se resuelvan a abrise el pecho a las cosas en vez de vivir a la defensiva. José Ortega y Gasset,escritor (1939).

Andrew,Fiorella,Bruno o Sebastien,todos pertenecen a la clase de extranjeros que llegaron con una estadía garantizada. Pero no para todos es igual.Para muchos,para los que vienen con las manos vacías,Argentina se puede volver un país hostil. Con un poco de culpa,Rubén Giménez Vázquez admite ser hincha de River.Es zapatero y llegó hace tres años desde Cochabamba, Bolivia,con sus seis hijos.Sabe perfectamente lo que la hinchada grita cuando se enfrenta a Boca, cuando boliviano se convierte en el peor de los insultos.El,como sus vecinos de la Villa 20,en Lugano, no duda:"Sí,nos discriminan por ser bolivianos ".

Algo parecido le pasó a Ludmila Ramus cuando comenzó a trabajar como manicura."Apenas hablaba castellano,pero yo entendía cuando me preguntaban:'Y vos ¿por qué viniste?',y después hablaban entre ellas y decían:'Estos son los que nos sacan el trabajo '".De esos días,Ludmila aprendió que lo mejor que podía hacer era sonreír y contestar una barbaridad en su idioma,el ruso.


Su marido,Ihor Kostitsyn,se enoja.El sólo tiene elogios."Yo sentí lo que es el racismo,vengo de un país que vivió la guerra. Argentina es un país de futuro,es un país que está cerca de Dios ".Ihor y Ludmila se instalaron en la Argentina poco después de que la crisis hiciera añicos el gobierno de Fernando de la Rúa. Apenas sabían unas pocas palabras de español,cuando desde su ventana sobre la avenida Rivadavia vieron pasar los cacerolazos y luego los disparos y el humo de la policía.En Rusia,Ihor cantaba y Ludmila bailaba.Así se conocieron,estaban en la misma banda.Aquí,él tiene un local de confección.Por ahora,cada peso que juntan es para comprar una casa y poder traer a Iván,su hijo de diez años que vive en Ucrania.

La crisis de fines de 2001 hizo de la Argentina un país devastado. Pero los repuntes de la economía, además de la estabilidad política, parecen haberle devuelto aquello de país de oportunidades .Sobre todo,cuando se llega sin nada.

La salud fue la razón que empujó a la familia de Alisson Nogales a partirse en dos,dejar Oruro e instalarse en la Villa 20.En Bolivia quedó su padre y un trabajo acomodado en la alcaldía.Pero ni siquiera ese trabajo alcanzaba para pagarle a su hermana los costos de un tratamiento neurológico.La pequeña debía esperar meses para atenderse con la única fonoaudióloga de la ciudad. En Buenos Aires,puede hacerlo tres veces por semana en el hospital Tobar García y sin pagar nada.

Diferentes fueron los motivos que trajeron a Daniel Dickens desde los Estados Unidos.El llegó en febrero de 2004 para sumarse al equipo de Help Argentina ,una organización creada durante los días de la crisis por un estadounidense y un argentino.Su misión: juntar dinero de personas que quieren ayudar y no saben cómo.Daniel habla de vos y pronuncia la ye co-
mo lo haría cualquier arrabalero. Al oírlo pareciera que encontró aquí un paraíso perdido,pero repleto de gente desconfiada:"A los argentinos les cuesta creer que alguien quiera ayudar.Nunca pude entender esa frase:'Y ... es lo que hay ', la odio.Pero me encanta que aquí la amistad y la familia tengan mucho peso.Yo nunca he visto en EE.UU.a un matrimonio con un bebé comiendo hasta las dos de la mañana en un restaurante;tampoco se sale con amigos porque sí, porque se tiene ganas de verlos ".

No disimularé nada.Ni aún la calle de veintidós kilómetros.Allí está.Se llama Rivadavia.¿He recorrido veintidós kilómetros?Lo he intentado.Al décimo cuarto he tenido que volver harto de la línea directa.Hay que estar borracho para concebir veintidós kilómetros en línea recta. Albert Londres,periodista francés (1930).

Con una moneda devaluada y un dólar alto,Argentina se convirtió en uno de los países más baratos de la región,según el Banco Mundial y el FMI.Aquí,los libros tienen los precios más bajos,lo mismo que la carne de vaca.Pero comer en un restaurante puede convertirse en un verdadero lujo.


Pan con manteca,mermelada y unos mates amargos.Eso será un lujo para Sofía cuando ya no viva más en su departamento del Abasto y regrese a Beijing, China.Allí,Sofía es Yu Fei Zhang. Pero aquí prefirió simplificar las cosas y ella misma fue quien eligió llamarse Sofía.Vino para estudiar español,y se adaptó tan rápido como aprendió sus primeras palabras.Para ella,como para sus otros amigos chinos,Argentina es un destino barato para estudiar un idioma que,creen, cotizará más que el inglés.Eso sí, antes tuvieron que superar la primera impresión que les causó el aeropuerto de Ezeiza:"Pequeño y viejo en comparación con los de China ".


A Bruno y a Fiorella no les cuadra eso de que los argentinos digan no,por favor ,cuando quieren ser amables.A Daniel le maravilla que los amigos se reúnan porque sí,porque tienen ganas de estar juntos.Yolanda insistirá en que los argentinos no son fanfarrones sino frontales.Y aunque en poco tiempo nacerá su segundo hijo argentino,Sebastien,de piel blanca como la nieve,sigue recordando a aquel compañero que un día le dijo che,negro

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